Mi querida Pipia, Ya tienes 12 años y te estas convirtiendo en una hermosa mujer. Ho has pasado por tiempos fáciles, pero cada día te veo mas fuerte, más confiada en ti. Me gusta lo que veo. Empezaste tus once años con timidez, y a medida que vanzaba el año la frustración de no poder ver algunos sueños realizados te fueron carcomiendo por dentro. A esto se le sumo tu incertidumbre sobre si continuarias en el colegio, y el resultado fue un periodo de full estres para ti. Pero finalmente, confrontaste tus miedos y dudas. Ahora te veo mucho mas clara, segura de ti misma. Obviamente sigues vertida a tus gustos como si no hubiese nada mas. Espero que sea solo una fase hasta que finalmente te encuentres. Pero ahora, veo mas seguida tu sonrisa. Sigues regalona. Exiges tus abrazos, y la serie "Bones" es nuestro punto de encuentro. A veces te acuestas junto a mi a verla, y a veces solo te instalas a hacer otras cosas junto a mi, solo para estar. Es un bonito momento que espero recuerdes en el futuro. Para tu cumple querias hacer una fiesta, y te mostraste muy comprensiva cuando te dije que no podiamos invitar a muchos niños, por lo que seleccionaste algunos de tus amigos, y para mi sorpresa, no necesariamente de tu curso. Fue un karaoke diferente a los que acostumbraba, donde mi disfrutaba con sus amiguitos. Te vi tan grande. La cocina es tu nueva amiga. Te diviertes cocinando "scones" y otras cosas. Pides libros de recetas, ojala internacionales, para probar. Esto esta poniendo a prueba tu tolerancia a la frustracion, ya que no todo resulta. Y por otro lado pone a prueba tu destreaza en las matematicas, sobre todo al momento de convertir medidas. No se si recordaras que me preguntabas a cuanto correspondia X, y yo te pasaba lapiz y cuaderno para que lo calcularas. Te demorabas lo mismo en cocinar que en tener claro las medidas a utilizar. Esta navidad me sorprendiste, ya que no pediste nada al Viejo Pascuero. Estas en una etapa en que no sabes si creer o no en el viejito, y no sabes como me complico que no me pasaras una lista. Sin embargo disfrutaste cada uno de tus regalos, entre juegos para la DS y libros de cocina. Estas preciosa. Eres unica y te estas dando cuenta. Mas independiente y muy regalona. Me encanta ver como creces, y recuerdo con cariño a esa Pipia pequeñita que me miró con ojitos de gato con botas diciendo "¿Me dijiste hija?". Gracias hija mia por haber compartido otro año conmigo. Espero tengamos muchas mas aventuras. Tu Papapo

Me llamaron mientras estaba en el Mall viendo unos regalos apra tus primillas. Tu abuela me dijo que te habian llevado a Urgencia de la Católica porque te sentiste mal del estomago toda la noche, y que el doctor decia que probablemente era apendicitis. Partimos para allá tan rápido como pudimos.

Estabas acompañada de tus abuelos cuando llegamos con mi mamá. Estabas tendida en una camilla, pero casi no te quejabas. Solo me comentaste que estabas nerviosa. Hable rápidamente con el pediatra quien me comento que luego de realizarte la eco, vio indicios de una apendicitis que habria que operar, pero que era el cirujano quine tenía la última palabra.

No pude estar mucho contigo, ya que tenia que ir a llenar todos los papeles del ingreso. Saliendo de ese trámite, me acerqué a tu sala y llegó el cirujano, quien ratificó la decisión de operarte. nada que hacer, el papeleo ya estaba hecho asi que seguimos adelante. Y así, llevaron tu camilla a pabellón.

Tus abuelos se fueron, y conmigo se quedó mi mamá. Sólo una persona podía estar contigo hasta el momento que te durmieras. Obviamente me quedé a tu lado. La anestecista estaba en otra urgencia, por lo que tuvimos que esperar varos minutos. Ahi me dejaste ver tu nerviosismo. Tenias miedo. Trataba de tranquilizarte, diciendo leseras, pero tu preocupación era mayor. Me costaba estar tranquilo, o contener una lagrima loca. Frases como "Papá, si me llega a pasar algo..." uno no se las espera de una niñita. Eso me hizo darme cuenta de lo asustada que estabas, y de lo poco que podia hacer para protegerte en esa situación. Pero trague saliva, aprete el estomago, y trate de colocar una buena sonrisa mientras te decia que no iba a pasar nada, que ahi estaba yo para ti.

Finalmente llegó la anestecista, el doctor se acercó, y le preguntaste que pasaria si algo salia mal. Cosita... que miedo tenias. Tambien te trato de tranquilizar sin mucho exito.

Pasamos finalmente al pabellon, una sala con varias maquinas y utensilios, sin tanto glamour como las salas de operaciones que aparecen en la tele.

Empezaron a prepararte, conectandote cables y preparando la anestesia, mientras te explicaban rapidamente para que te estaban conectando. Tu les preguntaste por cada cosa que veías desde tu posición y ellos te explicaban. Entre tanto, a mi el cirujano u otro doctor, me explicaban lo que iba a pasar.

- Por esta vía aplicaremos la anestecia.
- A veces cuando los niños se duermes, dan unos brincos, por favor no se asuste.
- En cuanto se duerma usted deberá dejar la sala.
- A veces cuando me preguntan donde aprendia a operar, yo les respondo que viendo programas de television como E.R.
- (anestecista) Si, yo digo que aprendi viendo Doctor House, se puede aprender mucho de él, como hacer una operación en la recepción y cosas asi.

Pero la verdad es que no me causaban gracia. Te veia ahi, con tantas maquinas cerca, y pequeña. Te colocaron la mascarilla en la cara, frente a lo que dijiste "Yo sabia que me iban a colocar esto". Y ya no se te podia oir bien lo que decias. Solo se escuchaba el pitido de alguna maquina y la voz de los doctores diciendote que sentirias que se te apretaba la garganta que te falta el aire, pero que no te asustaras. De pronto tus ojitos comenzaron a cerrarse levemente, y siento la mano del doctor en mi hombro y me dice, dele un beso. Me acerque a tu mejilla parcialmente oculta por la mascarilla de oxigeno, te di un beso. Tus ojos comenzaron a cerrarse, y te tuve que dejar, confiando en que todo saldria bien.

La espera no fue mucha, y con mi mamá pudimos pasar a esperar que despertaras de la anestecia. Todo habia salido bien, sin mayores complicaciones.

mientras dormias, tenias un color verde oliva, que daba pena verte asi, aun sabiendo que todo habia salido bien.

La Pali logró llegar antes que despertaras, luego de un complicado viaje desde el mall. Ya en la sala de recuperación, se sentó a tu lado, y te miraba. Sólo puedo suponer que estaba feliz que todo hubiese pasado, mientras sus ojos se enjuagaban.

Finalmente despertaste y te pudieron trasladar a tu habitación. Esta era una compartida. En algún momento pense en solicitar una pieza sola para ti, pero las enfermeras de la sala de recuperación me recomendaron que no mirara en menos la sala compartida, que estarias muy bien cuidada.

Les tomé la palabra, y la verdad no se equivocaron.

Acordamos con la Pali que yo me quedaria en las noches contigo, y ella durante el día, asi yo podria ir a trabajar. Por suerte ella tenia libre un par de días, asi que podría arreglarselas. Tus abuelos nos prestaron el estacionamiento que esta frente al hospital, lo que nos facilitó el transporte.

la primera noche estuvo ok. Estabamos solos en una sala dispuesta para cuatro pacientes. Solos nosotros, la enfermera de turno y una técnico. Al lado de tu cama, habia un berger reclinable que utilizaria yo para dormir junto a ti.

Tu caiste rápidamente, y luego te segui yo, pero a cada salto que dabas yo reaccionaba. Eso, además de las entradas cada cierto tiempo de la enfermera para administrar antibioticos o analgesicos a la vía, no me permitieron tener un sueño continuo. No me quejo, estaba feliz de poder estar contigo, sabiendo que si despertabas asustada, me encontrarias y eso podría tranquilizarte.

Al día siguiente estuviste con la Pali, y llegaron más niños. Cuando llegué cerca de las 9 de la noche, te veias de muy buen animo. Te habían ido a ver tus abuelos, tu mamá y la tía Ethel. Te sentías muy bien, pero el doctor considero que, dado que no habian pasado 24 horas desde tu operación, deberioas quedarte en observacion hasta el día siguiente.

Otra noche contigo, cklaro que esta vez teniamos compañia. las otra cuatro camas estaban ocupadas, sin embargo eso no fue problema para que durmieras.

Finalmente a la mañana siguiente el doctor te dio el alta. Estabas feliz de poder irte a tu casa, pero antes pasarías al colegio. No se que pasó alla, ya que hoy, que escribo esta entrada, es cuando te dieron de alta, y no te he visto desde que nos dieron la noticia.

Estoy feliz que todo haya salido bien, y orgulloso de tu fortaleza. Te amo mi pequeña princesa, aunque ahora haya un poquito menos de ti.

Grado Cero fue en esta oportunidad. La verdad tuvimos algo de suerte al encontrar este lugar con disponibilidad con poco tiempo de antelación. Pero no había otra forma de hacerlo, a última hora tomamos la decisión de hacerlo en otro lugar que no fuera la casa, y llegaron recursos de la nada.

Más feliz te pusiste cuando te dije que tu amiga Isa se quedaría con nosotros del viernes para el sábado. Ya el viernes estabas impaciente por ir a buscarla, mientras jugabas con tus primos Vicente y Sayen en la casa.

A las 7 a.m. me despertaste el sábado, gracias a que Isa te despertó previamente, y desde esa hora me preguntabas impaciente cuanto faltaba para ir a tu cumpleaños.
Finalmente la ansiada hora llegó y partimos al Parque Arauco. Nos prepararon nuestra mesa, te pusiste los patines, y partiste a la pista.

De a poco fueron llegando tus compañeros y primos. Vicente, Nicole, Daniela, Paz, Lia, Sayen, Vicente, Agustín, Benjamín, Sofía, Karina, Pamela, Eric (Isa llegó contigo). Todos ellos disfrutaron en la pista de hielo, luego comieron hamburguesas con queso, y de vuelta a la pista. Hiciste un alto para abrir tus regalos. Fuiste muy agradecida con todos, incluso cuando viste que te llegaron dos agendas iguales, pero sin lugar a dudas, el premio se lo llevaron los puffles, muñecos peluditos del Club Penguin.

Terminado el tiempo de patinaje, partimos a la casa, donde esperaban el resto de tus tíos, y tus primos más pequeños (y tu tía Almendra). También llegó Sole y Juanjo, a quienes tu invitaste personalmente.

Jugaron mucho, y después la piñata.

Y así como empezó, el cumpleaños término, con una gran sonrisa en tu rostro, sin embargo, esperamos a que fueran las 12:00 de la noche, y mis papás, la Pali y yo, nos acercamos a felicitarte por tu cumpleaños y entregarte tus regalos.

Te acostaste agotada, pero muy feliz.

Me alegro que lo hayas disfrutado hija mia.

Me encanta verte cantar, saber que estás alegre, que estás tranquila.

Te escucho cantar en la ducha, luego de haber luchado, mentido y alegado que no quieres bañarte. Pero luego, estás feliz y nadie puede sacarte.

Y te oigo cantar.

Otras veces mientras estas preparando alguna de tus deliciosas preparaciones. Me has sorprendido, y me gusta ver cuanto te emociona que todos prueben y aprueben tus creaciones.

Pero lo que más me gusta es cantar junto a ti.

Esto del karaoke nos ha dado la oportunidad de disfrutar de otro espacio juntos. Estaba buscando una canción que me habían pedido y mientras la escuchaba, te acercaste y me dijiste "esa es buena!!", y comenzamos a cantarla. Esa fue la primera vez, luego, cada vez que se prepara un karaoke, no dudas en tomar el micrófono y cantar con la Pali o conmigo.

Canciones como Thriller, Edelweiss (La Novicia Rebelde), High School Musical, son parte de tu repertorio. Pero yo prefiero "nuestra" canción. Su letra, en parte, se aplica a nosotros. Asi que aquí te la dejo.

Tal vez no fue conincidencia encontrarme contigo...

http://www.youtube.com/watch?v=qExd-3oCTl4

Etiquetas: cantar, karaoke

Fue mi cumpleaños número 34, y te estoy muy agradecido.

Desde el día 24 en la mañana te mostraste muy tierna conmigo. Me acompañaste en la mañana al super, y fuiste muy paciente miestras compraba algunas cosas que no habia alcanzado a comprar el día anterior. Incluso me acompañaste a pagar cuentas y a hacer un envio por tur-bus, y no chistaste, de hecho, ibas de lo mas alegre.

Llegando a la casa, te pusiste a trabajar en la cocina con mi mamá. Supuse de que se trataba, y tu, sin siquiera que te presionara, te precupabas de comunicar que sólo estabas preparando un "queque".

Más tarde me diste la sorpresa, que habias preparado una torta para mi.

A las 12:00am, como tu querias, cantamos cumpleaños feliz, y juntoa mí soplasmos las velas.

Hermosa hija mía. Me has entregado mucho más que una torta. Te amo, y siempre estaré contigo.

Te echo de menos, muchas veces, en momentos diferentes.

Me acostumbro a cerrar esa parte para poder funcionar, pero de todas formas te extraño, y pienso en cuándo te veré de nuevo y pasaremos un tiempo agradable juntas.
Tengo tantas cosas que hacer estos días, principalmente buscar el modo de conseguir dinero, día a día. Y me ha significado salir de santiago también...

Siento el reproche en tu voz, siento que estamos lejos. Quisiera dormir contigo uno de estos días... por tantas razones no puedo, que los días se acumulan y a veces no veo cuándo será que tengamos días sólo para nosotras.

Cuando vienes, te portas como si nada pasara. Actuamos de acuerdo a viejas rutinas. Es una pantomima, y creo que ambas lo sabemos; pero es tan rico pasar tiempo juntas, como si eso fuera lo habitual y lo cotidiano.

Me encantó tu regalo. Me gustan tus dibujos. Son la única memoria que tengo de lo felices que fuimos.

Ojalá algún día puedas perdonar todas las dificultades por las que estás teniendo que vivir.
Te quiero mucho.

Esto lo escribi durante el verano recien pasado, estando los dos solos en Viña del Mar. Lo encontre escrito en un cuaderno y ahora lo transcribo a este medio.

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Es extraño estar aca los dos solos en la playa, sin embargo lo estás disfrutando. Gozas del mar. Supongo que ese ir y venir de las olas te sirven como tu amigo de juegos.

Has estado bastante inquisitiva y sobre diversas cosas. Por qué existe el humo, qué es el vapor. Preguntas a las que respondo de la mejor manera que puedo, aunque seguramente me voy en muchos detalles, ya que rápidamente te distraes.

También me has apoyado bastante. Tratas que coordinemos nuestras actividades para que yo también haga cosas que me gustan. No comprendes que en estos momentos dormir es una actividad que me llama a menudo. De igual forma restás dispuesta a acompañarme en cualquier campaña que emprenda.

Y tambiém me cuidas. Mientras armaba una miniatura se me cayó una pieza. Me encontraba buscandola cuando me sobrevino la congoja. Dejaste la wii y te acercaste sigilosamente. Me preguntaste qué sucedía. Te mentí y te dije que sólo buscaba una pieza. Te pusiste a buscar conmigo, y mientras lo hacías me preguntaste si tenía pena. Te dije que si, y todo quedó ahí hasta que encontramos la pieza. Sólo eso fue suficiente para reconfortarme, tu apoyo y presencia.

Espero sigamos teniendo unas felices vacaciones.

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Haz seguido actuando de esta manera. Cuando me ves con pena te acercas y me abrazas, y yo hago lo mismo contigo. De vez en cuando me dices "Papá ¿por qué cuando yo te miro te pones feliz y cuando no te estoy mirando vuelves a estar triste?". No te puedo engañar. Eres muy inteligente y captas muchos detalles.

Gracias mi pequeño corazón por preocuparte por mi. Estoy seguro que haremos un buen equipo.